Cómo se produce una periostitis

Esta lesión aparece generalmente al cambiar de calzado o al entrenar sobre superficies especialmente duras. La dureza de los impactos repetidos sobre la estructura osteo-muscular produce la inflamación del periostio. Esta, a su vez, produce un dolor que aumenta con el esfuerzo (en caso de la periostitis tibial el dolor se localiza en la “espinilla”). Es característica también la aparición el “rosario perióstico”, que son pequeñas bolitas de inflamación a lo largo del periostio afectado.

¿Se puede prevenir una periostitis? 

Es recomendable la elección correcta del material deportivo y el terreno sobre el que se vaya a desarrollar la práctica deportiva con el fin de conseguir una adecuada amortiguación. Los estiramientos previos y posteriores al ejercicio ayudan a calentar la zona y mejorar la elasticidad de la unión osteo-muscular.

Tratamiento de fisioterapia para una periostitis

Lo más inmediato ante la aparición de dolor por una periostitis es disminuir la intensidad del ejercicio. El hielo ayudará disminuir la inflamación mediante aplicación local. El fisioterapeuta puede relajar la tensión que existe en la unión entre el hueso y el músculo con masaje. También es recomendable la colocación de un vendaje específico para la periostitis, que evita la vibración sobre el periostio durante los impactos que causan las contracciones musculares sobre él. Los ultrasonidos y el indiba reducirán la inflamación y las corrientes analgésicas TENS ayudan a disminuir el dolor. Si la lesión reaparece con frecuencia se recomienda acudir al podólogo para realizar un estudio de la pisada y ver si son necesarias unas plantillas.