La alimentación en el embarazo es una de las dudas durante el embarazo, por ello queremos darles respuesta clara. Para empezar, ten en cuenta que la alimentación en el embarazo será la misma que la de cualquier otra mujer, pero con algunos cuidados especiales.

Cómo debe de ser la alimentación en el embarazo

Equilibrada, sana, suficiente y frecuente. En estas cuatro pautas se debe asentar nuestra alimentación en el embarazo. El objetivo es:

  • Cubrir las necesidades nutritivas de la embarazada;
  • Satisfacer las exigencias nutritivas para el desarrollo y crecimiento del feto y
  • Preparar al organismo de la mujer para afrontar favorablemente el parto y la futura lactancia.

Alimentación variada en el embarazo

No sería posible sin incluir alimentos de todos los grupos: carne, pescado, huevos, cereales, frutas, verduras.

Alimentación equilibrada en el embarazo

Equilibrada, que no restrictiva ni excesiva. En este punto desterramos la tradicional recomendación de: «hay que comer por dos». Es cierto que los requerimientos de energía aumentan durante el embarazo, pero no se multiplican.

Alimentación frecuente en el embarazo

Como en cualquier dieta es más que aconsejable realizar cinco comidas al día (desayuno, media-mañana, comida, merienda y cena). En el caso de las mujeres embarazadas se puede añadir alguna más con el objetivo de paliar la sensación de vómitos o reflujos.

Alimentación ¡suficiente! en el embarazo

Durante el embarazo se produce una modificación más que evidente de nuestro aspecto físico, entre ellos contamos la subida de peso. Una dieta con un aporte calórico adecuado a nuestras necesidades nos permitirá que el incremento de peso no sea excesivo.

Pautas especifícas de alimentación en el embarazo

A continuación te mostramos unas recomendaciones prácticas para seguir una buena alimentación en el embarazo.

  • Ingiere más cantidad de proteína (carne, pescado, huevos …). Será necesaria para cubrir las necesidades del crecimiento del feto, de la placenta y de los tejidos maternos.
  • Aumenta la ingesta de alimentos ricos en hierro, presente en soja, lentejas, espinacas, judías verdes y guisantes, entre otros, y de ácido fólico (brócoli, coliflor, naranja, plátanos…). Es probable que tu ginecólogo o médico de cabecera te recete algún suplemento de ácido fólico, importante para el desarrollo de bebé.
  • Modera el consumo de hidratos de carbono y no abuses de los hidratos de carbono simples (azúcares).
  • Incluye lácteos en tu dieta diaria. Aconsejamos los desnatados, porque contienen la misma cantidad de calcio, pero menos grasa.
  • Consume 5 raciones de frutas y hortalizas al día. Recuerda que debe estar pelada y lavada.
  • Destierra el alcohol de tu dieta.

 

Y … ¡no descuides tu actividad física!

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Enhorabuena y ¡disfruta el embarazo al máximo!